Cómo potenciar la estética en el diseño de interiores
El diseño de interiores es un arte que convierte en especial cada lugar que refleja la vida que fluye en ese escenario vital. Existen distintos conceptos destacados en el lenguaje de esta especialidad: la estética es uno de los más determinantes. Un gusto por la estética que cada persona puede cultivar a lo largo de su vida a través de su interés por la decoración y el interiorismo como temáticas que, más allá del conocimiento experto, forman parte de la propia experiencia de un lugar. ¿Cómo potenciar la estética en el diseño de interiores? Te damos algunas ideas para destacar este elemento visual.
1. Equilibrio
En el diseño de interiores existe una planificación que define la ambientación de un espacio que transmite una información a través del uso de los colores, las texturas, las formas, los matices o los contrastes. Las fuentes de inspiración reflejan un universo en constante innovación.
Por ello, en esta suma innumerable de propuestas, conviene encontrar el equilibrio al seleccionar algunas de ellas. De lo contrario, aquello que resulta bello en sí mismo puede llegar a no tener tanta luz si se posiciona en un plano recargado en exceso. El equilibrio, como concepto que alimenta la belleza, es observable en un entorno de máxima perfección como el paisaje de la naturaleza.
2. Funcionalidad
El diseño de interiores crea hogares prácticos y funcionales que adquieren su mejor versión a partir de esta visión. La falta de comodidad se convierte en un factor que limita el verdadero disfrute de un lugar. Por ello, al potenciar el componente estético en las diferentes zonas de un inmueble, es posible seleccionar aquellas ideas que están alineadas con el término, tan importante, de la funcionalidad.
Eso no significa que todos los detalles de una vivienda deban garantizar este binomio siempre y en cualquier circunstancia. Existen detalles que son puramente decorativos y tienen un significado propio en un lugar. Pero es recomendable que esta conexión entre estética y funcionalidad sí describa la base principal de un hogar con tanta vida a nivel potencial.
Este equilibrio entre la estética y la funcionalidad potencia la creación de espacios con nuevas zonas. Por ejemplo, la decoración de un rincón de trabajo en el salón. Y, por otra parte, la funcionalidad va más allá del uso práctico de un elemento. Un ramo de flores, en esencia, es un ejemplo de una belleza que es un fin en sí mismo, una decoración emocional que alimenta el bienestar del encuentro con la naturaleza.
3. Arte
La estética en el arte invita a la observación porque un cuadro, al igual que un libro, no admite únicamente una interpretación posible. Cada espectador, que reflexiona en torno a aquello que le transmite la obra, llega a sus propias conclusiones sobre este mensaje artístico.
El arte adquiere un lugar destacado en la decoración de la casa cuando las paredes dan visibilidad a creaciones que expresan el punto de vista de un artista que aporta este legado a través de su obra. La decoración artística tiene, a su vez, una profunda conexión con aquel protagonista que otorga un espacio destacado a algunas de sus obras preferidas.
4. Simetría
Existen conceptos que en el lenguaje de la decoración se retroalimentan. Por ejemplo, la simetría es una expresión de equilibrio entendido como armonía. El orden, que también es observable en el universo, es el reflejo de la perfección en el diseño de interiores.
¿Cómo potenciar la estética en el diseño de interiores? Poniendo en valor un concepto que alcanza su máxima expresión desde el punto de vista personal. Ya que, lo más importante, es que tú disfrutes de tu hogar.